Cuando las enseñanzas entran dentro de la comprensión de los hombres, dejan de ser enseñanzas y pasan a ser conocimiento y conciencia adquiridos, asumidos e integrados.
Posteriormente serán de nuevo enseñanzas que serán comprendidas y transformadas de nuevo en conocimientos.
Estas enseñanzas serán repetidas una y otra vez con las mismas o diferentes palabras, por uno o muchos maestros.
Solo así, con hombres y mujeres valientes y defensores de una única verdad en evolución, que guía a los hombres desde niños, para mejorar sus comportamientos y medios de vida, unido a no dañar el entorno que nos rodea y nos alimenta, tanto física como anímicamente, se teje un camino blanco de paz y de conciencia que nos cuida, nos guía y nos protege a todos, creando en nuestro sentir, una fuerza, una fe, y una esperanza que nos impulsa hacia el futuro.
La misma fuerza que sostiene la vida es la que nos da la creencia de querer ser parte de ella, de esta vida que desconocemos y que siempre anhelamos que sea mejor.
Las religiones, las políticas, y las creencias desaparecerán con el tiempo, pero el conocimiento que nos hace crecer la conciencia, es eterno.
A través del ancho y largo tiempo, hemos creado culturas, civilizaciones, etnias, tradiciones que evolucionan, desaparecen, crecen o nacen.
Estamos siempre en continuo movimiento y demasiado a menudo, hasta luchando para convencer de que una rama del árbol tiene mas razón de existir que la otra.
Todas y cada una han tenido o tienen una razón de ser en su momento.
Todas y cada una de ellas, nos quieren recordar quienes somos, de donde venimos y a que tenemos que ser fieles.
Todos estos conocimientos nos quieren llevar a una sola verdad: ser buenas personas, mejorar, amar la vida y vivir en paz.
Para esto no es necesario defender ninguna creencia, sencillamente intentemos vivir lo que nos quieren enseñar y mostremos con nuestro ejemplo que si es posible hacerlo, sintiendo tranquilidad y estabilidad, que emana desde dentro.
Creo que cada persona, filosofía, religion o tradición se merece un reconocimiento y un respeto por lo que es en si misma y por lo que aporta.
Nosotros, pasaremos mas tarde o mas temprano a nuevas vidas, físicas o espirituales, ocuparemos otros cuerpos volviendo a comenzar como bebes, viviremos otras experiencias y creeremos de nuevo que estamos en poder de la razón.
No recordaremos lo que creíamos y dábamos por seguro, cien, mil o diez mil años atrás, cuando vivíamos en otro cuerpo, otra encarnación, otro lugar, otra tierra u otro sistema solar.
¿Porque tenemos que creer ahora que nuestras maneras de ser son tan correctas que casi moriríamos por conservarlas…? Cuando se observa a través del infinito, no tiene gran sentido.
Pero lo que siempre tendra sentido y marcara nuestras existencias pasadas, presentes y futuras, sera la libre creación de nuestra personalidad.
Lo que le da un valor a nuestra alma y hace que seamos diferentes a los demás, creando dia a dia, año tras año, vidas tras vidas, un sello que define quienes y como somos.
Caty Marí.